DEFENSA PERSONAL

¿Para qué te preparamos en defensa personal?


Análisis de la situación de peligro

Observación de la situación en la que nos vemos inmersos

  • Razones que llevan a ésta situación.
  • Posible intencionalidad u objetivo del adversario.
  • Estado emocional del adversario.
  • Número de posibles atacantes.
  • Posibilidad de que lleve/lleven armas.
  • Lugar físico y el espacio.
  • Posibles salidas, etc.

Tomar conciencia de nosotros mismos en relación al adversario.

  • Relación física con el adversario.
  • Vestimenta, calzado.
  • Capacidad de movilidad.
  • Si lleva objeto contundente o arma.
  • Distancia y colocación.

¿Qué tipo de acción o agresión se puede sobrevenir?
    • Amenaza.
    • Percepción de daños físicos.
    • Percepción de riesgo grave.
    • Percepción de agresión armada.
    • Quién atacará primero.
    • Quién es el más fuerte.
Es importante estar atentos a los “Indicadores físicos del ataque”:
      • Voz rasposa.
      • Frases repetidas.
      • Puños apretados e hinchados.
      • Sudor inusual.
      • Rechinar los dientes y tensión muscular.
      • Resoplar.
      • Cambios de peso preparándose para golpear.

Decidir nuestra actuación

  • Intervenir directamente.
  • Retirada a mejor posición.
  • Utilizar algún elemento que nos rodea,...o confiar 100% en nuestras habilidades.
  • Anticipación en caso de intento de agresión.

Culminar la acción con éxito
  • Anular el ataque.
  • Controlar o reducir al agresor.
  • Fuera de combate.
  • Llamar a las autoridades competentes.

Psicología del enfrentamiento físico

La elección de la estrategia para salvar una situación de conflicto se basa en dos parámetros fundamentales:
  1. Interrelación física entre atacante y defensor.
  2. Factores externos que conforman el peligro.
    • El lugar, la hora del día o de la noche.
    • La compañía del adversario o no de atacantes.
    • Si lleva o llevan objetos contundentes o armas.
    • La intencionalidad e intensidad del ataque.
    • El que medie previo aviso o no...

La defensa en sí, supone llevar a la practica la estrategia elegida.
Existen unos principios de actuación ante cualquier habilidad o técnica de lucha, defensivas u ofensivas que dan una consecución eficaz y sin daño físico para nosotros:
  • Mantener la distancia de seguridad.
  • Ante el ataque eludir el choque. Esquivar, saliendo de la trayectoria del golpe, absorber el ataque, o mejor aún, anticiparse.
  • Provocar el desequilibrio para una realización técnica más eficaz.
  • Atacar puntos vulnerables, o puntos de presión para reforzar técnicas de proyección o control.
  • Si la situación lo requiere, utilizar objetos duros, punzantes, cortantes o arrojadizos que haya al alcance.
  • Rehuir en lo posible de la lucha en suelo.
  • No causar daños innecesarios. Buscar la proporcionalidad entre agresión y respuesta.
Además de éstos principios de actuación, debemos seguir algunos razonamientos prácticos ante cualquier tipo de enfrentamiento:
  • Nuestra postura debe de ser confiada o disimulada, no provocando el ataque precisamente por nuestra evidente actitud defensiva o de miedo.
  • No dejarse engañar por las apariencias. Un hombre bajito y nervioso puede ser muy peligroso. Jamás subestimar al adversario.
  • Utilizar nuestros golpes sobre los puntos más débiles y vulnerables, no sobre zonas musculosas y resistentes.
  • No hablar.
  • Tener en cuenta que la base del desequilibrio está en el abdomen.
  • Si impactamos sobre un adversario distraído o relajado, el efecto del golpe será mucho más evidente.
  • Un ataque súbito, sorprendiendo al adversario en un momento respiratorio inadecuado nos puede dar el “fuera de combate”.

Enfrentamiento frente a dos o varios adversarios

En caso de un enfrentamiento frente a 2 o más adversarios, tenemos que tener en mente una serie de prioridades:
  • Tener presente la “Psicología del enfrentamiento físico”.
  • Tratar de evitar el enfrentamiento.
  • Conservar una situación estratégica, no dejándose rodear,
    es primordial.
  • Si el encuentro es inexorable, atacar nosotros primero.
  • Atacar al más fuerte o el más significado, con una
    contundencia y eficacia extremas.
  • La utilización eficaz de los golpes nos proporcionará
    mayor contundencia y margen de maniobra.
  • Utilizar el cuerpo del adversario y la dirección de nuestra
    proyección para protegernos de los demás atacantes.
  • En cada ataque o defensa buscar el “fuera de combate”.

Entrenamiento de la conciencia

  • Uno de los elementos clave de la Defensa Personal es evitar los problemas cuando se puede, lo cual significa estar atento a peligros potenciales.
  • Si se tiene miedo constantemente de amenazas camino del coche probablemente nunca lleguemos a cruzar el aparcamiento.
  • Los hábitos que aprendemos en Defensa Personal de mantener la conciencia de los problemas potenciales, no tiene porque distraernos de nuestra rutina normal. Ésta conciencia es tanto física (mejora de la visión periférica, mejora de la postura, etc.), como mental (creación de un estado en el cual el cerebro presta atención a cosas que
    se salgan de lo normal).
  • La Defensa Personal NO es un “Arte Marcial”. En todo caso se hace más hincapié en lo “marcial” y no tanto en el “arte”.
  • No tenemos ningún interés en demostrarnos a nosotros mismos o al atacante que podemos realizar una técnica en particular. Nuestro único objetivo es volver a casa sanos y salvos.
  • No siempre es bonito lo que hacemos... ¡Pero funciona!











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