“ EL AS EN LA MANGA “ DE LOS CAMPEONES DE JUDO.
El shimewaza está muy arraigado en la tradición japonesa. Casi todos los Ryu de JU-JUTSU del principio del periodo Edo, en el siglo XVII, enseñaban una gran variedad de estrangulaciones.
En sus orígenes, el shimewaza ha sido diseñado para matar, ya que los ataque al cuello tienen 3 objetivos: 1. Detener el suministro de aire ; 2. Bloquear la arteria carótida ; 3. Romper el cuello. Estos eran los principales objetivos, aunque los nombres de las técnicas variaban de una escuela a otra.
Técnicas como el OKURI-ERI JIME u otras variantes del garrote se han ido desarrollando también gracias a la vestimenta habitual, formado por dos gruesas solapas, que brindan las mejores oportunidades para el shimewaza.
El Campeón del Mundo KATSUHIKO KASHIWAZAKI relata:
“...Desde mis primeros años de practicar Judo, el shimewaza me ha parecido lo más difícil. Es la parte más esotérica del Judo...”.
Cuando aprendemos las técnicas de proyección, la mayoría de las zonas de ataque ó defensa son grandes y evidentes. Lo mismo ocurre con las técnicas de OSAE-KOMI-WAZA, donde se puede cambiar de una zona de ataque a otra. Sin embargo, el estudio y el aprendizaje del shimewaza puede ser engañoso y difícil.
El cuello es una zona relativamente pequeña y bastante fácil de defender. No es fácil meter las manos, y además existen reglas estrictas que condicionan el éxito de una estrangulación. En otras palabras, se requiere un alto grado de precisión para trabajar el shimewaza, especialmente contra un oponente muy experimentado.
El primer problema es colocar las manos en el lugar correcto, por lo tanto el mejor momento para estrangular es la transición del TACHI-WAZA al NE-WAZA, en combinación con los agarres, ya que los ataques directos pueden ser difíciles de conseguir contra una buena defensa.
El verdadero especialista en shimewaza tiene las muñecas sueltas y un dominio del movimiento y los ángulos de sus muñecas. La diferencia entre el éxito ó el fracaso de una estrangulación puede ser una cuestión de unos milímetros, separando un ángulo de ataque de un impreciso esfuerzo sin sentido alguno.
Por ejemplo, en el OKURI-ERI-JIME, es el pulgar sobre la garganta lo que realmente hace daño. Sin duda alguna, para Uke no es un tacto agradable cuando determinado nudillo trabaja de una forma determinada justo debajo de la línea de la mandíbula.
Por otra parte, observando muchos RANDORI, incluso competiciones de un cierto nivel, se pueden observar repetidas tentativas de shimewaza, donde las piernas no trabajan en absoluto. Pero cuando vemos en acción un judoka experto en el arte de la estrangulación, observamos que son las piernas las que dan la impresión de tener totalmente controlado al oponente.
El desarrollo de un entrenamiento en shimewaza requiere en su práctica más ó menos la misma constancia que todas las técnicas de Judo. No puedes llegar a dominar esta parte tan compleja en 2 sesiones de entrenamiento.
Se puede comenzar con las acciones básicas y las técnicas fundamentales : HADAKA-JIME ; OKURI-ERI-JIME ; JUJI-JIME ; buscar las formas y las posturas para entrenarlas, ser constantes en el trabajo y es posible obtener una potente y eficaz “armadura” shimewaza.
Desde sus comienzos, el Judo de competición, en sus citas Olímpicas y Mundiales ha dado grandes campeones, auténticos expertos en el shimewaza. Solo por nombrar algunos, los japoneses Isao Okano, Katsuhiko Kashiwazaki, Yasuhiro Yamashita, Toshihiko Koga, el alemán Udo Quellmaltz, el belga Robert van de Welle ó el ruso Nikolay Solodukhin, son grandes campeones que han llevado el arte de las estrangulaciones a unos niveles de perfeccionamiento nunca vistos antes y a ser considerado como un método temible y muy eficaz de someter al adversario, el verdadero “As en la manga” de un judoka experto en NE-WAZA.
TIBOR KOZMA
Valdemoro, a 8 de marzo 2013.
El shimewaza está muy arraigado en la tradición japonesa. Casi todos los Ryu de JU-JUTSU del principio del periodo Edo, en el siglo XVII, enseñaban una gran variedad de estrangulaciones.
En sus orígenes, el shimewaza ha sido diseñado para matar, ya que los ataque al cuello tienen 3 objetivos: 1. Detener el suministro de aire ; 2. Bloquear la arteria carótida ; 3. Romper el cuello. Estos eran los principales objetivos, aunque los nombres de las técnicas variaban de una escuela a otra.
Técnicas como el OKURI-ERI JIME u otras variantes del garrote se han ido desarrollando también gracias a la vestimenta habitual, formado por dos gruesas solapas, que brindan las mejores oportunidades para el shimewaza.
El Campeón del Mundo KATSUHIKO KASHIWAZAKI relata:
“...Desde mis primeros años de practicar Judo, el shimewaza me ha parecido lo más difícil. Es la parte más esotérica del Judo...”.
Cuando aprendemos las técnicas de proyección, la mayoría de las zonas de ataque ó defensa son grandes y evidentes. Lo mismo ocurre con las técnicas de OSAE-KOMI-WAZA, donde se puede cambiar de una zona de ataque a otra. Sin embargo, el estudio y el aprendizaje del shimewaza puede ser engañoso y difícil.
El cuello es una zona relativamente pequeña y bastante fácil de defender. No es fácil meter las manos, y además existen reglas estrictas que condicionan el éxito de una estrangulación. En otras palabras, se requiere un alto grado de precisión para trabajar el shimewaza, especialmente contra un oponente muy experimentado.
El primer problema es colocar las manos en el lugar correcto, por lo tanto el mejor momento para estrangular es la transición del TACHI-WAZA al NE-WAZA, en combinación con los agarres, ya que los ataques directos pueden ser difíciles de conseguir contra una buena defensa.
El verdadero especialista en shimewaza tiene las muñecas sueltas y un dominio del movimiento y los ángulos de sus muñecas. La diferencia entre el éxito ó el fracaso de una estrangulación puede ser una cuestión de unos milímetros, separando un ángulo de ataque de un impreciso esfuerzo sin sentido alguno.
Por ejemplo, en el OKURI-ERI-JIME, es el pulgar sobre la garganta lo que realmente hace daño. Sin duda alguna, para Uke no es un tacto agradable cuando determinado nudillo trabaja de una forma determinada justo debajo de la línea de la mandíbula.
Por otra parte, observando muchos RANDORI, incluso competiciones de un cierto nivel, se pueden observar repetidas tentativas de shimewaza, donde las piernas no trabajan en absoluto. Pero cuando vemos en acción un judoka experto en el arte de la estrangulación, observamos que son las piernas las que dan la impresión de tener totalmente controlado al oponente.
El desarrollo de un entrenamiento en shimewaza requiere en su práctica más ó menos la misma constancia que todas las técnicas de Judo. No puedes llegar a dominar esta parte tan compleja en 2 sesiones de entrenamiento.
Se puede comenzar con las acciones básicas y las técnicas fundamentales : HADAKA-JIME ; OKURI-ERI-JIME ; JUJI-JIME ; buscar las formas y las posturas para entrenarlas, ser constantes en el trabajo y es posible obtener una potente y eficaz “armadura” shimewaza.
Desde sus comienzos, el Judo de competición, en sus citas Olímpicas y Mundiales ha dado grandes campeones, auténticos expertos en el shimewaza. Solo por nombrar algunos, los japoneses Isao Okano, Katsuhiko Kashiwazaki, Yasuhiro Yamashita, Toshihiko Koga, el alemán Udo Quellmaltz, el belga Robert van de Welle ó el ruso Nikolay Solodukhin, son grandes campeones que han llevado el arte de las estrangulaciones a unos niveles de perfeccionamiento nunca vistos antes y a ser considerado como un método temible y muy eficaz de someter al adversario, el verdadero “As en la manga” de un judoka experto en NE-WAZA.
TIBOR KOZMA
Valdemoro, a 8 de marzo 2013.
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